No continuar con el proceso de peatonalización en el Centro Histórico del Cusco podría desalentar el apoyo del Ministerio de Vivienda, quien el año pasado habría propuesto destinar recursos para la recuperación de cuatro de sus plazas e interconectarlas a una red peatonal. El alcalde Víctor Boluarte deberá considerar una nueva consulta a los residentes del sector. De continuar o no con el proceso de peatonalización queda en manos de la autoridad el desarrollo sostenible de la ciudad o simplemente dejarla a merced del caos vehicular del que padece. Mientras los centros históricos de Latinoamérica van hacia la humanización de sus espacios públicos, Cusco sorprende con una medida que dista con la nueva visión de desarrollo. Al parecer, el modelo motorizado de las ciudades es un anacronismo que está siendo difícil de desprenderse en algunas ciudades de nuestro continente.